Aceites de nueva generación: una opción más saludable
- Irene Vallejo
- 15 ene 2018
- 3 Min. de lectura

Esto es ocasionado en su mayoría por cambios en el estilo de vida del costarricense. El consumo de grasas influye directamente sobre los factores contribuyentes como la hipertensión arterial, obesidad, dislipemias y diabetes.
Sin embargo, no podemos dejar de lado el consumo de grasas en nuestra dieta, puesto que son necesarias para el funcionamiento óptimo del organismo, ya que cumplen funciones como fuente de energía, parte de la estructura celular, y funciones reguladoras hormonales. Por lo tanto, la solución es informarse adecuadamente sobre cuáles grasas son las más saludables.

Debido a la problemática de salud que actualmente se asocia al consumo de grasas, diversos estudios han determinado que al sustituirlas en la dieta, cierto tipo de aceites pueden contribuir de manera positiva al metabolismo. Por lo que se han desarrollado lo que se conoce como aceites de nueva generación o bien aceites saludables.
Los aceites están formados por cadenas de ácidos grasos, algunos aceites cuentan con cadenas más largas que otros. Unas de ellas son saturadas y otras insaturadas. Las cadenas insaturadas a la vez se dividen en mono o poli-insaturadas.
¿Por qué explicar lo anterior?
Puesto que dependiendo de las características de las cadenas de ácidos grasos, se define si un aceite tiende a ser mucho más beneficioso.
Entre los aceites de nueva generación o aceites saludables se encuentran los que están constituidos por ácidos grasos de cadena corta y ácidos grasos mono-insaturados.
1.En el caso de aceites de cadena corta, investigadores han determinado que los aceites compuestos por ácidos grasos de cadena corta se metabolizan de manera distinta en el organismo, ya que se oxidan una vez absorbidos. Lo anterior representa una ventaja frente al consumo de ácidos grasos saturados de cadena larga, ya que estos pasan a formar parte de los triglicéridos, lo cual puede ocasionar aterosclerosis. Un ejemplo de este tipo de aceite es el aceite de coco, en el cual los ácidos grasos saturados son de cadena más corta, por lo que contribuyen a su mejor asimilación y a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
2. Por otro lado, avances en métodos biotecnológicos, han desarrollado aceites con un mayor contenido de ácidos grasos mono-insaturados, los cuales contribuyen a la estabilidad del aceite, ya que no se oxidan ocasionando rancidez en el producto, y la generación de radicales libres, lo cual sucede con los poli-insaturados. Por otro lado contribuyen a reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares y asimilación de colesterol en la sangre, al ser grasas insaturadas. Algunos ejemplos son el aceite de frutos secos y maní. Además, se han modificado semillas para ser altos en ácidos grasos mono-insaturados como es el caso de los aceites de canola, algodón y soya. Por lo que estos últimos se consideran aceites estables, que a su vez son beneficiosos para a la salud. En el caso del aceite de canola, durante los últimos 40 años, se ha convertido en uno de los más importantes cultivos de semillas oleaginosas en todo el mundo. En volumen de producción ocupa el tercer lugar después del aceite de palma y el aceite de soya. Se ha proporcionado evidencia científica de su beneficio en el sistema cardiovascular a través de la regulación de los lípidos plasmáticos.
Al conocer un poco más sobre las características de los aceites, podremos comprender los aportes que brindan a nuestra salud, y también en la cocina, en la cual contribuyen con aromas, sabores y nutrientes. Por ello no se recomienda eliminarlos de la dieta, sino sustuirlos por las opciones más saludables.
Fuentes
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